"...Recordándole a Cipriano desde estos textos bíblicos y lo que hizo en su vida, destacamos: su profesión de "cartero"=portador de noticias buenas y menos buenas..."
"Los cristianos somos en el mundo "carteros de Dios" , portadores de su buena noticia, el Evangelio, el estilo de Jesús..."
"Cipriano fue hombre de Comunidad humana, aquí en Tabar vivió y no se marchó mas que por la fuerza de los años y
a regañadientes, esperó hasta el final..."
"Aquí lo trajisteis la familia con muy buen criterio, en sus cenizas, a reposar en
su casa estos días, entre los suyos, antes de ser enterrado definitivamente. Aquí quedará hoy enterrado con nuestra presencia y despedida, junto con los que como él nos precedieron, siendo nuestro recuerdo y estímulo.
Cipriano fue hombre de Comunidad cristiana. Ante muchos que dejaron de asistir, él siguió asiduamente la
reunión dominical de la Comunidad y partició asiduamente en la Comunión eucarística. en ella encontró fuerzas para ser hasta el final, aun con sus defectos, una "buena persona, buena gente".
En su despedida en Tabar, pedimos a Dios por Cipriano, que siga más allá de su muerte en esa doble comunidad en la que participó en la tierra. Que lo haga ahora en la Comunidad
del cielo, alabando a Dios y siendo amado por Él y compartiendo con los/as tabareses/as con quienes convivió en la tierra y que nos precedieron; que ahora oren por nosotros, para que sepamos seguir sus huellas.
¡Descansa para siempre Cipriano en la Paz de Dios y en tu tierra!"
(Retazos
de la homilía en la Misa Funeral por Cipriano Azcárate, ayer, día 9 de septiembre de 2017, en Tabar, predicada por Don Pedro Arbeloa, párroco de Artieda, Urraul Bajo)